Agencia Excélsior|Ciudad de México.- «Nuevo orden», la nueva cinta de Michel Franco galardonada en Venecia, ha dado mucho de qué hablar en México previo a su estreno y no precisamente por sus logros.
Desde que se publicó su tráiler a principios de octubre para promover su estreno de este jueves, la película ha sido criticada en redes sociales como clasista y racista por mostrar una reunión de personas ricas irrumpida por asaltantes de clase baja.
En una entrevista con The Associated Press, el director defendió su filme ganador del León de Plata del jurado y el Leoncino d’Oro del jurado joven en Venecia y pidió al público mexicano que no se deje llevar por el avance.
“No tengo ese conflicto del profeta en su propia tierra para nada”, dijo Franco en una videollamada reciente en la Ciudad de México. “Yo filmo en México, vivo en México y me encanta”.
En una conferencia de prensa, Franco dijo que el término “whitexican” (mexicanos blancos, ricos y pretenciosos) era racista, lo cual avivó las llamas todavía más. Pero en la entrevista, explicó que la idea del filme surgió precisamente hace cinco años para denunciar la desigualdad y la corrupción que podrían generar un estallido social en México y que también están llevando a desestabilizar otros países, como Chile y Francia.
“No podemos ignorar que hay millones de personas sin las necesidades básicas cubiertas, sin los privilegios que tiene la clase alta que vive en una burbuja y que suele ser bastante egoísta, que no le interesa lo que le pasa a esa gran mayoría. También es un país con mucha corrupción y la mezcla de estos elementos en mi distopía es una bomba que explota”.
En “Nuevo orden”, una mujer espera una cirugía importante en un hospital, pero es retirada de la misma al llegar un grupo de manifestantes gravemente heridos. El hospital entra en caos como el resto de la Ciudad de México, donde las manifestaciones violentas por el hartazgo de la clase baja han llevado a que el ejército imponga un estado de emergencia y busque recuperar el control con una fuerte represión para mantener a la cúpula en el poder, incluyendo aquellos de la fiesta.
Franco, quien también ha recibido premios en Cannes por sus películas “Después de Lucía”, “Las hijas de Abril” y “Chronic”, dijo que el premio del jurado joven de Venecia casi le dio más gusto que el del jurado oficial presidido por Cate Blanchett.
“Son 20 jóvenes que te dicen lo que piensan y por qué la película es tan importante. Me decían, ‘esto podría pasar en Italia’, ‘esto ya con los Chalecos Amarillos en Francia se empezó a asomar’. En Venecia quedaba claro que esto es un conflicto global, no es un conflicto que le interesa sólo a México”, dijo Franco. “Los gobiernos no están logrando satisfacer a la gente”.
También es productor “Mano de obra” de David Zonana (actualmente en cines en México) y “Los herederos” Jorge Hernández, que de igual manera abordan el tema de la desigualdad brutal y complementan de algún modo “Nuevo orden”.
El actor Diego Boneta, quien interpreta a un joven de clase alta cuya familia es atacada en la fiesta, espera que la cinta desate una conversación productiva.
“Tenemos que empezar por el hecho de que esto es una película. Lo que nos gustaría es que generara un diálogo y que primero viéramos cuáles son las causas de la polarización y qué es lo que puede llegar a pasar tanto en México, como a un nivel global. Y generar un diálogo y poder empatizar el uno con el otro”.
Pese a ser una distopía, el público de México notará escenas que parecen salidas de la realidad debido a la violencia en la que ha estado sumido el país los últimos años. Por ejemplo, en la película aparece un cadáver colgado de un semáforo, como se han visto víctimas del crimen organizado colgadas de puentes, o casos de secuestros y asesinatos por dinero.
Las autoridades tampoco quedan muy bien paradas en “Nuevo orden”: son omisas, corruptas y represoras. Tras la detención del exjefe del Ejército mexicano Salvador Cienfuegos, acusado de narcotráfico en Estados Unidos la semana pasada, este es otro triste punto donde la realidad supera la ficción planteada por la película.
“No sé si sea una crítica a las instituciones. Para mí es muy importante recalcar que esta es una película donde no hay buenos ni malos, esto no es blanco y negro… Esta película va a demostrar esos grises y esos matices, porque al final de cuentas nadie gana”, dijo Boneta.
La actriz Mónica del Carmen interpreta a una de las mujeres de clase baja que vive en carne propia los efectos devastadores de la desigualdad y la injusticia que plantea Franco, en su caso con una desesperanza que recuerda a la que viven los familiares de desaparecidos.
“Esta distopía representa un arquetipo de esta clase social. Sin embargo, su honestidad y su valor están intrínsecos en este personaje y creo que es un tema del cual hablar. Es una posibilidad también de empatizar con Marta y estoy orgullosa del regalo que me dio Michel Franco al poder interpretar con esa profundidad este personaje tan maravilloso”.