Comunicado|Tuxtla Gutiérrez.- La joven Iris Valeria Suárez Ruiz interpondrá una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado en contra de un grupo de al menos 20 estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá, luego de que como alumna de nuevo ingreso la obligaron a cometer actos ruines, sufrió violencia física y emocional, así como evidentes violaciones a sus garantías individuales.
La joven, quien formaba parte de los 150 alumnos de nuevo ingreso al ciclo escolar 2021, fue sometida a realizar actividades físicas extremas, como desplazarse y sumergirse en agua de lodo o excremento de cerdo, así como correr y arrastrarse en el piso por orden de un grupo de unos 20 alumnos quienes mantienen el autogobierno en la institución.
Además de memorizarse consignas, a través de la repetición a gritos. En las noches la alojaban en un salón, sin embargo, a la partir de las dos de la madrugada, la obligaban a mantenerse despierta, incluso a ingerir alimentos descompuestos.
Junto a un grupo de 49 alumnos, también le tocó realizar actividades agrícolas sin que les dieran agua y alimentos. Y cuando se los daban le escupían la comida o el vaso. Asimismo, sufrió otros maltratos indignos de un estudiante, por lo que requirió atención médica por deshidratación, insolación, quemaduras solares de primer grado, crisis de ansiedad, depresión, entre otros malestares estomacales.
Ante esta situación, Suárez Ruiz, junto a seis compañeros más, abandonó la escuela, sin embargo, ella, denunció, no se quedará callada, por lo que presentará su denuncia ante la Fiscalía General del Estado. Hace unos años, falleció un joven en la famosa “novatada”, como le llaman a las actividades que realizan a los de nuevo ingreso, porque a los líderes estudiantiles “se les pasó la mano”.
La mayoría de la población sugiere que esta Normal cierre sus puertas ante las constantes violaciones a los derechos humanos de los jóvenes, así como los constantes actos vandálicos que han realizado durante tantos años.
Las actividades que se desarrollan en la institución, donde existe cacicazgo y autogobierno, se parece más a la formación de guerrilleros de la época de los 70 o a la rehabilitación de jóvenes con drogadicción, menos a la de una institución educativa.