Comunicado|Tuxtla Gutiérrez.- La Selva Lacandona es admirada por su belleza alrededor del mundo; su conservación y el aumento de sus áreas forestales es prioridad en la entidad, porque además de su belleza y cultura de sus pueblos, nos brinda oxígeno, agua, biodiversidad y captura de carbono, considerados como servicios ambientales necesarios para la vida.
Al subrayar lo anterior, la titular de la Semahn, María del Rosario Bonifaz Alfonzo, informó que de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Selva Lacandona es una joya de megadiversidad.
Añadió que ahí se albergan 625 especies de mariposas, 114 de mamíferos, 345 de aves y 84 de reptiles, además de 3 mil 400 especies de plantas, por lo que es de suma importancia el trabajo de conservación, realizado a partir de la entrega de pagos por servicios ambientales, lo que permite seguir protegiendo esta belleza natural.
Durante esta administración se han instrumentado actividades como la protección de sitios de anidación, refugio o alimentación de fauna silvestre, monitoreo de plagas y enfermedades, talleres de capacitación, integración, capacitación especializada y equipamiento de brigadas contra incendios.
Así también, apertura y mantenimiento de brechas corta fuego, viveros comunitarios, vigilancias comunitarias, talleres de educación ambiental, entre otras acciones que son efectuadas por “nuestros amigos lacandones, a quienes llamamos los guardianes de la selva”, expresó.
Dio a conocer que el Proyecto de Pago por Servicios Ambientales bajo el esquema de Fondos Concurrentes, se deriva de un convenio de colaboración entre Semahn y Conafor, y que en total se aportan 9 millones 571 mil pesos, en beneficio directo de mil 720 personas para la conservación de más de 9 mil 175 hectáreas.
Los polígonos propuestos en dicho proyecto se localizan dentro de la región Selva Lacandona en el municipio de Ocosingo, en las comunidades Lacanjá Chansayab, Nahá, Puerto Bello Metzabok, Caribal Ojo de Agua Chankin, Frontera Corozal, Nueva Palestina y Canan.
La Selva Lacandona es además el remanente más grande de selva tropical húmeda en México y la mayor extensión de este tipo en Centroamérica.