Comunicado|Ciudad de México
Desde las instalaciones del Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó los montos millonarios de liquidación de consejeros y funcionarios del Instituto Nacional Electoral que lograron preservar con amparos, aún a costa de la Ley de Austeridad Republicana.
En ese sentido, López Obrador citó como ejemplo, el secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, quien, tras su renuncia, se llevará como liquidación 10.5 millones de pesos.
Posteriormente, expuso que las discrepancias centrales con el INE derivan de esta falta de austeridad y a pregunta expresa sobre la renuncia de Jacobo Molina sostuvo: “él está en libertad, lo que pasa es que es muy difícil para ellos sostenerse con privilegios, ya no pueden vivir colmados de atenciones y de privilegios. Imagínense el señor ministro Laynez, antes hacían lo que querían, recibían consignas y nadie se enteraba, pero ahora el señor Laynez queda exhibido porque ya hay democracia».
En ese mismo tema, el ejecutivo Federal hizo una nueva crítica al INE que, a pesar de la Ley de la Austeridad, mantuvo los privilegios como el seguro de gastos médicos mayores y el fondo de retiro individualizado, para llevarse millonarias liquidaciones, muy lejanas de los trabajadores. Tanto los organismos autónomos como el Poder Judicial se ampararon para mantener estos fondos y en el caso de este último mantienen fideicomisos por veinte mil millones de pesos.
Mencionó que, desde su llegada, canceló en el gobierno tanto el seguro de gastos médicos mayores, que permitía a los funcionarios hacerse hasta cirugías estéticas a costa del erario, como el fondo de retiro individualizado. «Yo no voy a llevarme diez millones de pesos».
Al referirse al INE aseveró que «no hay país que destine más dinero para lo electoral que México y con todas las deficiencias, errores y fraudes que se cometen, por eso es tanto dinero, para tener al servicio de la oligarquía, estos organismos electorales. Cuesta la simulación democrática, cuesta el mantener como era antes una oligarquía con fachada de democracia.»
Eso es en lo general, pero lo específico, los consejeros electorales por ese fondo de ahorro y otros privilegios, «más de diez millones de pesos cada uno. No han querido informarlo, la transparencia en los bueyes del compadre».
Por ello, apuntó Mejor se van a dar clases a la UNAM. «Me van a seguir pagando bien y no voy a hacer mucho, mantengo mi tren de vida, no pierdo mi respetabilidad, sigo siendo académico, intelectual. Incluso me puedo dar el lujo de ser progre, buena ondita.»
En este contexto, narró que estaba comentando acerca de la nueva película de un cineasta famoso (Luis Estrada, con su producción Que viva México), que le va a ir bien con los conservadores. «Con ese director tengo un problema» porque «falsea la realidad» y en su última película, El Infierno, distorsiona la realidad con una visión racista porque en un pasaje de la misma, dijo el presidente, se ordena contratar sicarios y son indígenas de Oaxaca. «En Oaxaca no hay esos instintos asesinos, menos en las comunidades indígenas. Tendrá mucho éxito como los libros de Martín Moreno, vende muchísimo».