David Martínez|Ciudad de México
Desde Palacio Federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue enfático al asegurar que a pesar de los presagios de los grupos neoliberales, estos no regresaran, asegurando que las bases de la transformación ya estás puestas, y será difícil un revés.
“Debe pensarse que la transformación va a continuar, ya se sentaron las bases y va a ser muy difícil que regresen los mismos que hundieron al país, que saquearon a México y causaron la desgracia de millones de mexicanos”, expresó.
El jefe del Ejecutivo señaló que, si bien “lleva tiempo” rescatar y recuperar al país tras toda la “decadencia” que dejaron los gobiernos neoliberales, su proyecto continuará a su retiro.
“No puede haber reelección; sin embargo, debe de pensarse que la transformación va continuar”, auguró. Y es que, remarcó, “va a ser muy difícil” que el régimen del pasado regrese. “Por eso andan muy alterados”.
En ese sentido, López Obrador explicó “Dejaron muchísimos damnificados: obreros despedidos, privatizaron las tierras ejidales, imagínense cuántos despojos cometidos a campesinos, por todos lados, al grado que ahora hay ejidatarios, desde luego no campesinos, empresarios, de los más ricos de México, que se quedaron con miles de hectáreas de tierras ejidales, porque Salinas reformó el artículo 27 y puso las tierras ejidales al mercado. Imagínense cuántos daños se cometieron a comunidades donde se entregaron concesiones para la explotación minera”.
El mandatario federal agregó que en sexenios pasados se desaparecieron los ferrocarriles de pasajeros y a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, dejando sin trabajo a miles de empleados de esos sectores.
Posteriormente, el titular del ejecutivo Federal planteó entonces que el cambio fue impulsado por la ciudadanía. “¿Cómo reparar todo eso? Lo importante es que ante esa decadencia la gente —porque no era una crisis, era una decadencia, un proceso de degradación progresivo—, por eso es grande nuestro pueblo, la gente dijo: ‘¡Basta!’ Y se detuvo el saqueo. Y esa política privatizada, corrupta, pero el daño que ocasionó fue mucho, y recuperar, rescatar bienes, hacer justicia, pues lleva tiempo”.
Para concluir, el presidente López Obrador aseguró que en su administración se “ha avanzado muchísimo”, pues se ha devuelto, por ejemplo, alrededor de 100 mil hectáreas de tierras a campesinos, al igual que millones que estaban concesionadas para la explotación minera.
En los regímenes neoliberales, remarcó, se reformó la Constitución siempre en favor de un sector minoritario y se dejó en el olvido a las mayorías.
“Nosotros hemos hecho muchísimo, todavía vamos a seguir haciendo más, pero no va a concluir en septiembre del año próximo este proceso, vamos hacia adelante… yo ya no, porque ya cumplí con mi ciclo y he dedicado muchos años de mi vida a luchar por los demás y no quiero ser jefe máximo, ni líder moral, ni caudillo, ni mucho menos cacique; además en mi intimidad, como parte de mis convicciones siempre he considerado que no hay que tener mucho apego ni al dinero ni al poder, y el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. El poder no es prepotencia, no es fantochería, no son lujos baratos”, concluyó.