‘Ser madre no es tener solución a todo’: Amy Adams

Excélsior habló con la actriz a propósito de la película Nightbitch, que pone sobre la mesa los distintos puntos que existen sobre la maternidad y la familia

Agencia Excelsior

Amy Adams ha sido nominada seis veces al Oscar y jamás lo ha ganado.

Sin embargo, su capacidad como actriz la hace ser parte de fenómenos multitaquilleros como Encantada, Batman vs. Superman: El origen de la justicia, Liga de la Justicia y más, y también de cine más complejo como fue Nightbitch (Canina, según la traducción de la plataforma Disney+).

A propósito de las marchas del 8M, la más reciente película de la actriz juega con la metáfora de mostrar las realidades femeninas que el cine no suele afrontar, con la responsabilidad de ser la verdadera productora y protagonista.

¿Qué tan diferente es Amy Adams en comparación con la actriz que consiguió su primer trabajo estelar en Atrápame si puedes?

En realidad, no me gusta verme en ninguna pantalla. Siempre traté de experimentar lo que fuera, en el momento de cada actuación. No pretendo controlar nada. Y en cierta forma es lo que hoy trato de lograr con mi vida: dejar que todo fluya para bien o para mal, sin juzgar nada.

¿Te resulta fácil despegarte de tus personajes para no llevarte a casa ciertos dramas que puedan afectar la relación familiar?

Creo que si hago bien mi trabajo, sí, y muchas veces tengo lo que llamo experiencias extracorporales, donde puedo sentirme un poco fuera de mí. Y en esos casos mi familia ayuda a poner los pies bien sobre la tierra, al volver a casa, hacer la cena o cosas que me sientan conectada con mi vida real. Pero también me gusta explorar en el cine toda clase de temas.

¿Y desde el punto de vista personal como madre y esposa exploraste algún punto en común con tu personaje de Nightbitch?

Definitivamente hay muchos puntos en la historia en que me siento identificada. Me identifico, cuando mi personaje cree que todo puede llegar a funcionar en la pareja, sigue intentando y pensando que pueda mejorar si puede hacer algo diferente. Esa responsabilidad que siente, pensando que es la única persona que pueda cambiar todo para todos, me identifica muchísimo. Pero también me gusta escuchar comentarios del otro lado, con padres que notan el punto en común la falta de comunicación en la pareja, más allá del amor que personifico. Tampoco creo que el padre del cine sea un villano, sólo es el antagonista en una relación donde  falta conectarse y comunicarse con la pareja.

En Nightbitch hay una típica escena del estereotipo del padre que juega videojuegos mientras tu rol de madre se encarga de dormir al bebé, en ese sentido, ¿la maternidad vuelve a ser glorificada en vez de ponerse en contra de la mujer que decide quedarse en el hogar como ama de casa?

No creo que haya una experiencia universal con la maternidad. La glorificación es una percepción que se mantiene como una foto en la sociedad o las redes sociales. Yo creo que cada mujer tiene una experiencia individual única con la maternidad. Y nuestra historia muestra que cada la maternidad es algo único para cualquier mujer incluyendo la decisión de no tener hijos. Es algo muy personal. Pero lo importante o lo que a mí me hubiera gustado saber cuando nació mi hija es la profunda necesitad de contar con ayuda, porque la maternidad muchas veces puede aislar demasiado a la persona y se siente como si las madres tuviéramos que tener todas las soluciones, cuando algo así es imposible.

¿Qué tan diferente fue tu propia experiencia como madre, cuando tuviste a tu hija Avianca?

Mi esposo (Darren Le Gallo) estuvo mucho más involucrado. Tuve mucho más y ayuda. Hoy me río, pero aquellos momentos monótonos en que mi hija insistía que le cantara una canción cuando era hora de dormir, hoy daría cualquier cosa por hacerlo. Ya tiene 14 años y daría lo que fuera por volver en el tiempo a las horas monótonas de leerle el mismo libro por cuarta vez. Tuve una de esas hijas que necesitaba imponer horarios, al mismo tiempo que te fuerza a mantenerlos. Pero hoy lo extraño.

¿Con qué otras partes de la metáfora de la historia te identificas más?

La parte que más resuena conmigo son los momentos en los nos sentimos aisladas de nuestro punto de vista personal, cuando la mujer se siente estancada entre dos lugares de la vida, como dejar un trabajo para dedicarle más tiempo a la familia. Y esa idea interna de sentirte invisible y con la inseguridad de no saber cómo te ve el resto de la gente.

En contra de las típicas historias de Hollywood, en Nightbitch, Amy Adams interpreta a una madre que no está tan contenta de serlo, después de renunciar a su carrera profesional para dedicar el tiempo completo al hijo (sin demasiada ayuda del esposo).

Tampoco ayudan los recuerdos de su propia madre, quien también truncó el sueño de ser una cantante famosa para cuidarla a ella.

Sin saber si es un drama o una sátira, la historia también da una vuelta todavía más extraña cuando ella descubre que atrae a los perritos y su cuerpo se transforma en uno.

¿Hay algo en particular que te despierta la fiera que todos tenemos dentro?

Totalmente, si alguien molesta a mi hija, me enfurece por completo o si siento algún tipo de amenaza. Es lo que peor me pone. Si tuviera que elegir un espíritu animal, incluso elegiría una loba, por ser el animal que suele salir en manada. Yo disfruto la cercanía de un grupo alrededor mío y la forma en que se ayudan unos a otros, para mantenerse completamente conectados.

¿Se puede comparar este nuevo personaje de con la nominación al Oscar que tuviste como la madre embarazada de Junebug?

Es interesante, porque me cruzo con mucha gente que compara las dos historias. Los personajes son muy diferentes y bastante desesperados. Pero al mismo tiempo las dos se sienten invisibles, aunque usen diferentes técnicas para llamar la atención. Me encanta que la gente recuerde Junebug, pero las experiencias de los dos personajes no pueden ser más diferentes, aunque tengan en común la falta de instinto maternal.

¿La escena más difícil de filmar?

La conversación con el esposo, el argumento en medio de una calma conversación, me rompe el corazón. Me pareció algo muy auténtico y verdadero. Y las escenas con el bebé jamás podían programarse a la perfección, porque no sabíamos cómo se iba a comportar delante de cámara. Tenía apenas tres añitos y fueron momentos de pura improvisación y flexibilidad.

¿Y la escena que más esperabas filmar?

No veía la hora de empezar el rodaje, sin juzgar a esta mujer, como me hubiera juzgado yo, por las pocas ganas de ser madre. Hubo días cuando me sentí bastante insegura por tener que mostrar una forma de pensar que no comparto, para una actuación real que no era verdad.

Más allá de ser la protagonista, también fuiste la productora esta vez, ¿hasta qué punto estuviste involucrada como tu gran jefa?

Lo que más me gustó es tener una voz desde el principio, tirando ideas, la selección del talento y estar activa en todas las conversaciones, desde la perspectiva del desarrollo del guion y la formación de un buen equipo que conseguimos.

¿Alguna escena en particular que quedó fuera de la edición y te hubiera encantado incluir?

Es gracioso, porque después de haber visto la versión final ya no me acuerdo lo que filmamos y lo que quedó afuera. Hubo muchas más escenas corriendo con los perros. Hubo una muy divertida. Y hubo ciertas escenas que se movieron, como la parte en el supermercado que estaba en el medio de la historia y la pasaron al principio. Me gusta mucho más así, porque es una buena forma de meterte de lleno al tono de la historia. Fue una idea brillante.

Si Nightbitch fuera un musical, ¿te animarías a protagonizarla en Broadway?

Sería interesante. Me da curiosidad. Siempre estoy dispuesta a trabajar en un musical, de hecho, siento curiosidad por ver la traducción a un escenario. Sería muy cool.

Nightbitch ya está disponible en el catálogo de la plataforma de streaming Disney+, sólo que, para México, con el título de Canina.

 

FuenteAgencia Excelsior
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