Por Jorge Ceballos
La actual administración de Chiapas arribará este sábado 15 de marzo a sus primeros cien días de ejercicio. Con la llegada de esta fecha se cumplirá la prueba que el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar puso a sus colaboradores para realizar un primer análisis en torno a quien ha cumplido con las expectativas y puedan continuar en las posiciones que detentan a invitación del político comiteco.
Durante estos primeros meses de gestión gubernamental, uno de los rubros en los que se han visto y palpado los resultados de la estrategia echada a andar el 8 de diciembre es el de la Seguridad. Es ahí en donde Ramírez Aguilar ha enfocado el mayor de su tiempo como gobernante, algo que, sin duda se tiene que reconocer.
Desde el lanzamiento de la estrategia de seguridad en nuestra entidad, el combate a los delitos de alto impacto que se venían registrando desde hace más de dos años han venido a la baja. Sería absurdo demeritar lo realizado hasta al momento, sin embargo, faltan mucho por hacer para que Chiapas sea un Estado seguro al cien por ciento.
Por ejemplo, entre las cosas que aún faltan por hacer es seguir con las detenciones de presidentes municipales a quienes los persigue la sospecha de sus ligas con grupos delincuenciales y que con total descaro continúan manejando los destinos de sus municipios.
En diciembre del año pasado, a la llegada de la nueva administración varios alcaldes sintieron nerviosismo creyendo que el brazo de la ley los perseguiría, esto ante el anuncio realizado por Eduardo Ramírez de que “nadie por más que lo hayan ayudado a llegar al poder, tendría ni un cachito de impunidad”. Los ojos se centraron rápidamente en los alcaldes de Comitán, Villa Corzo, La Concordia, Catazajá, Villaflores y Emiliano Zapata, entre otros. Lamentablemente todo ha quedado en la caída de los presidentes municipales de Frontera Comalapa y Bellavista y hasta ahí les duró la preocupación.
Es cierto que en Chiapas se respira un ambiente de seguridad a raíz del inicio de una nueva administración, eso es indudable. Seguramente el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar se ganaría el mayor reconocimiento de los ciudadanos si en conjunto con las instancias de procuración de Justicia hiciera una limpieza total de esos alcaldes que con su sola actitud hacen apología del delito.
¿Quiénes quedan a deber?
Por más que a algunos que les ha dado por sentirse comentocratas de a peso de la actual administración porque en su momento sirvieron de corifeos al hoy gobernador, y que en redes sociales se desgañiten asegurando que al cumplirse estos primeros cien días de gobierno muchos no lograrán pasar esa fecha para seguir como funcionarios públicos, la realidad es que hasta ahora no hay indicios de que Eduardo Ramírez Aguilar vaya a realizar algún cambio en su gabinete.
Quizá la decisión de cambiar o remover a alguno de sus actuales funcionarios pase más por el hecho de el gobernador no quiera demostrar que no hizo una elección acertada de uno u otro funcionario, o puede pasar por el hecho de que, si hace cambios a como desean algunos de esos que se sienten su voz y conciencia, sería otorgarles una patente de corzo dentro de su administración.
Al poder no se le aplaude
Con motivo de los cien días de gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar han comenzado a circular una serie de flayers en redes sociales en los que se lee “Gracias señor gobernador por devolverle la paz a Chiapas”, está bien que muchos intenten quedar bien con el mandatario y requieran ser volteados a ver, solo que deben entender que al poder no se le aplaude, a este se le exige un actuar responsable y la puesta en marcha de políticas públicas en beneficio de la población en general.
Ojalá se den cuenta que, agradecer al gobierno por una responsabilidad como la de dotar seguridad, es lo mismo como si al ir a retirar tu sueldo tuvieras que agradecer al cajero automático que tiene la obligación de entregártelo… Hasta la próxima.