Christian González|Tuxtla Gutiérrez
La Colectiva Cereza manifestó que la colaboración que ha habido hasta ahora entre fiscalías y jueces, es contraria a los derechos humanos y a la independencia de las instituciones que forman parte del sistema de justicia, “y se exhibe en diciembre pasado en la Sala de prensa de la FGE como un logro, sin embargo, violenta el debido proceso”.
En un documento, aclaró que se sigue condenando a las mujeres por el hecho de serlo, porque son la esposa o la concubina o la hermana, o la madre de quien cometió el delito y ellas también son detenidas y acusadas porque se les hace responsables por el vínculo familiar o afectivo,” porque en el momento de la detención ahí estaban”.
Para la agrupación, esto es discriminación y criminalización de las mujeres por ser mujeres. “Los y las jueces tienen que tomar responsabilidad en primera instancia y juzgar con perspectiva de género, del interés superior de la infancia, de los adultos mayores, interculturalidad y derechos humanos”.
Destacó que el Tribunal de Enjuiciamiento debe ser independiente, garantizarse su autonomía y el respaldo del Tribunal Superior de Justicia para dictar sentencia con libertad de criterio, y que las fiscalías, cuando hay insuficiencia probatoria, “pidan apoyo” a su titular para que, a su vez, lo haga con su superior y este con el Tribunal Superior de Justicia para que el juez condene, “es corrupción, son malas prácticas que deben terminar”.
Cuando una persona inocente es condenada, declaró, se produce un daño irreparable, individual pero también familiar, comunitario, social. “Y si es una mujer el daño impacta directamente en sus hijos, afectándoles física, económica, educativa y psicológicamente, se quedan con mucha frecuencia en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social, sin acceder a la escuela porque tienen que trabajar o son obligados a ello”.
Entre otras cuestiones, mencionó que se perpetúa así el ciclo de injusticia y de violencia, que será devuelto directa o indirectamente, activa o pasivamente, por esos niños cuando sean adultos.
“La violencia, las situaciones de extrema pobreza y falta de oportunidades, la desesperanza, puede construir dolor social y desapego y la injusticia puede construir rencor social. Si queremos mejorar nuestra sociedad, si queremos ciudadanos sanos, si queremos paz, el sistema de justicia debe apegarse a los derechos humanos y dar sentencias individuales y colectivas justas”.