Agencia El Universal|Ciudad de México.- El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea afirmó que ni las resistencias ni la pandemia por el Covid-19 detuvieron la justicia durante 2020 y los cambios impulsados por su administración.
“Ningún sistema judicial en el mundo estaba preparado para la pandemia, sin embargo, la justicia federal no se detuvo”, dijo.
“No nos detuvo la pandemia. No nos han detenido las resistencias. Seguiremos trabajando sin descanso para consolidar los cambios ya logrados; para alcanzar una justicia cercana, real, sustantiva y tangible, con el único propósito de servir mejor al pueblo de México”.
Reconoció la labor de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) y destacó que uno de los legados que deja la pandemia es el juicio digital.
Enfatizó en que la lucha contra la corrupción y el nepotismo en el PJF también continuó, pese a las circunstancias actuales.
Señaló que existen seis carpetas de investigación en trámite derivadas de denuncias presentadas por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y afirmó que el seguimiento a la evolución patrimonial de los juzgadores es la herramienta central en la lucha contra la corrupción.
“El seguimiento de la evolución patrimonial de las y los juzgadores es la herramienta central en la lucha contra la corrupción. El enriquecimiento personal a través del servicio público es aún más grave cuando se obtiene vendiendo la justicia”, añadió.
Siempre he afirmado que la gran mayoría de los juzgadores y juzgadoras son personas honestas e íntegras (…), la lucha contra la corrupción es también por ellos y por ellas, si combatimos a los corruptos defendemos a los honestos”.
Mencionó como parte de los logros de la labor realizada este año, la aprobación de la reforma al PJF y expresó su reconocimiento y gratitud al presidente Andrés Manuel López Obrador por hacer suya la iniciativa de reforma elaborada por el Poder Judicial y a los legisladores con los que se reunió estos meses para comentar la misma.
Al término del informe, el presidente Andrés Manuel López Obrador regresó caminando a sus oficinas de Palacio Nacional.
El titular del Ejecutivo caminó por la acera de Pino Suárez, que estaba protegida con vallas metálicas, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y el consejero Jurídico de Presidencia, Julio Scherer Ibarrra.
“Saludos desde Chiapas”, le gritaron en la escalinata de la sede de la SCJN.“Desde Yucatán lo vengo a ver presidente, felices, muchas gracias y queremos el Tren Maya”, arengó un hombre de cabello largo.
Otra mujer que lo esperó bajo el sol le soltó un piropo a su paso: “Adiós señor precioso”.
-“Adiós corazón”, le reviró el Mandatario.